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Notas 

Historia

El sendero que nos condujo aquí
“La historia no lo es todo, pero es un punto de inicio. La historia es un reloj que la gente usa para ver sus agendas políticas y culturales. Es una brújula que la usan para encontrarse en el mapa de la geografía humana. Les dice donde están pero, más importante, donde deben de estar.“
-John Henrik Clarke
En mi camino más de una ocasión me he sentido perdido, posiblemente la mayoría de ustedes hayan experimentado esta sensación; en la que el desconcierto llega a nublar tu visión hasta que finalmente logra paralizarte.

Es en ese momento al permanecer bloqueado que no me queda más remedio que respirar y empezar a reflexionar. Me doy cuenta que al final lo que trato de entender, no es tanto el dónde estoy, sino el cómo llegue aquí? 

Creo que la mayoría de las veces caminar sin rumbo no significa el no saber hacia donde te diriges, sino ignorar de donde vienes.
Una vez que logro entender el camino que me precede y que me ha conducido a donde me encuentro, puedo entonces fijar el rumbo nuevamente y decidir los pasos que necesito dar para proseguir mi camino.

Creo que la mayoría de las veces caminar sin rumbo no significa el no saber hacia donde te diriges, sino ignorar de donde vienes.

Mi deseo de saber hacia donde me dirijo es la razón principal por la que me gusta leer la historia, y así tratar de entender el rumbo de este enorme río colectivo, en el que tantas veces me he perdido en sus aguas.

La historia a la que me refiero no es solo aquella escrita en los libros, sino sobre todo aquella que observo reflejada en las miradas de las personas que voy encontrando. Miradas que me confirman la multiplicidad de senderos que hay, y me trasmiten una historia digna de recordar y de la cual siempre puedo aprender.

Pienso que es en esa historia amplia no escrita que podremos encontrar a cada uno de los seres humanos reflejado. Una historia que la mayoría de las veces se puede sentir, pero que muy pocas podemos entender.

Quizás, sea esa historia el espacio donde sin juzgarnos y reconociendo nuestras diferencias, nuestro derecho a ser y a existir, logremos empezar a organizarnos y fijar un rumbo que pueda generar esperanza en el mundo.

Mi sentir, es que solamente construyendo un verdadero camino colectivo lograremos redimir nuestro pasado del yugo de una memoria que nos atormenta, que si bien ha aprendido a callar, nunca ha querido olvidar.

Serán las huellas de nuestros pasos las que el día de mañana mostrarán a las futuras generaciones cuando lean su historia, que un camino con esperanza es un reflejo de la voluntad y compromiso social

Tierra del Sur